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«Los programas Housing First son una de las intervenciones de política social más estudiadas de todos los tiempos, y el mecanismo más efectivo para contribuir a los individuos con necesidades de apoyo complicadas a salir de la carencia de vivienda»: esta es la conclusión primordial del informe Housing First y el cambio sistémico, presentado esta semana en Madrid en la conferencia universal El fin de la carencia de casa, estructurada por Hogar Sí.
El análisis, delegado al think tank Demos Helsinki por la plataforma Housing First Europe Hub, apunta no obstante que, a pesar de que cada vez hay más programas de Housing First en el continente Europeo, «también vemos que el número total de individuos sin hogar sigue incrementando en varios países».
Housing First en España
Precisamente, en España, Housing First se usa en la actualidad en gigantes metrópolis como Madrid, Barcelona, Sevilla y Mallorca. Si un primer programa piloto lanzado en 2014 contemplaba unas escasas docenas de casas, a inicios del año pasado ya alcanzaron las 500, llegando a 950 hace apenas 4 meses. Este incremento exponencial se ve secundado por el dato de que luego de 18 meses la tasa de retención en estas casas es del 96 %.
No obstante, a pesar de que actualmente son doce las administraciones públicas que han apostado por este modelo, el informe destaca que su difusión «todavía es bastante dispersa», pues es dependiente del compromiso «de un número bastante reducido de actores clave comparativamente con la inmensidad del país».
Se puede terminar con el sinhogarismo
Este caso se ha agravado a lo largo de la enfermedad pandémica, puesto que los últimos 2 años «han mostrado el riesgo de las medidas a corto plazo que sencillamente gestionan las peores maneras de sinhogarismo», destaca el informe de Demos Helsinki.
La solución, por consiguiente, pasa «por un futuro alternativo en el cual la carencia de casa sea solucionable usando los inicios de Housing First», debido a que con este modelo «se puede colocar fin a la carencia de casa, proporcionando casa y apoyo adecuados». Para eso, hace falta ser conscientes de que «simplemente dar Housing First como un programa discreto a un conjunto selecto de individuos es insuficiente»: hace falta más apoyo de las administraciones públicas y más financiación.