¿Qué es el co-housing? El modelo de casa compartida por el cual apuesta el Regimen

¿Qué es el co-housing? El modelo de casa compartida por el cual apuesta el Regimen

El cohousing, o casa compartida en español, es una manera de vivir en la que estancias como la cocina o las regiones de estar son compartidas por los residentes de una vivienda o residencia, aunque cada individuo tiene su propio espacio privado o casa.

En su Proyecto Nacional de Casa 2022-2025, el Regimen integró un programa particular de ayudas para esta clase de casas compartidas y cooperativas, en previsión de que la oferta de esta clase de casas crezca en los siguientes años. Según un real decreto publicado en el Boletín Oficial del Estado, el Regimen entiende que en estas casas multigeneracionales, "los espacios de socialización incrementan de tamaño en interacción a los espacios puramente privados, permitiendo una mejor adhesión y relación entre los residentes". O sea, con ellos se comparte más espacio entre los residentes de las urbanizaciones.

Las subvenciones establecen que el contrato de arrendamiento debería tener una duración mínima de 20 años, con alquilas limitadas y para inquilinos con ingresos limitados.

¿Qué es el cohousing?

El cohousing es un complejo de departamentos en el cual los individuos conviven en regiones habituales, como el gimnasio o la lavandería, empero poseen sus propias casas privadas. En esta clase de casas, según Daniel López, investigador de la Universidad Oberta de Catalunya, puede haber diversos tipos de participación entre los inquilinos, según sus averiguaciones.

Una vez que los complicados de casas de esta clase son colaborativos, esto involucra que los espacios compartidos poseen prioridad sobre los personales, y los costes de ciertos servicios se comparten.

Según María José Piñeira, instructora de Geografía de la Universidad de Santiago de Compostela, "el término de vida compartida ha evolucionado ya que no es algo nuevo en el continente Europeo. Inicialmente, significaba compartir espacios habituales, como las lavanderías en territorios como Dinamarca o Suecia. Los pisos, ejemplificando, no tenían lavadora, debido a que este servicio se prestaba en el propio inmueble, que los vecinos gestionaban por su cuenta, con horarios o turnos".

El análisis de arquitectura madrileño Morph está de consenso y argumenta que esta clase de modelo residencial incluye no solamente viviendas en propiedad, sino además una secuencia de servicios, como lavanderías, gimnasios o espacios habituales para uso de los residentes, que fomentan el sentido de sociedad.

José García Montalvo, catedrático de Economía de la Universidad Pompeu Fabra, incorpora que esta clase de modelo residencial son viviendas o pisos particulares organizados alrededor de una región común que da varios más servicios que un típico complejo de departamentos o bloque de pisos. "Ejemplificando, podría integrar un gimnasio, lavadoras, secadoras, un parque para que los chicos jueguen, un salón de celebraciones o una piscina", explica el maestro.

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