Las ventas a extranjeros permitieron que el mercado inmobiliario mantuviera su dinamismo en la segunda mitad del año pasado, a pesar de la ralentización de la economía (que, según las cuentas nacionales del INE, apenas creció un 0,1% en el tercer trimestre) y a pesar de la paulatina financiación más cara, ya que el Banco Central Europeo aumentó gradualmente los tipos de interés oficiales hasta el 2,5% que fijó en diciembre. Este aumento del negocio exterior se debe a la devaluación del euro frente al dólar a partir de 2021.
Las últimas estadísticas del Colegio de Registradores muestran que la demanda de vivienda extranjera representó casi el 16% de todas las transacciones (15,92%) en el tercer trimestre del año pasado, un máximo histórico. A fines de septiembre, el euro alcanzó un mínimo de dos décadas en 0,96 frente al dólar después de meses de caída. Desde entonces, y como resultado del endurecimiento monetario más rápido del BCE desde su creación, la moneda de la UE ha recuperado poco más del 11 % de su valor, pero se mantiene muy por debajo de la marca de 1,22 dólares alcanzada en 2021.
La participación de las compras y ventas de extranjeros en el volumen total ha aumentado durante 6 trimestres consecutivos y también ha aumentado en términos absolutos. Esto los convierte en un factor explicativo de primer orden, según los registradores, a la hora de entender la notable fortaleza del mercado de ventas en un entorno cada vez más incierto marcado por las secuelas de la guerra de Ucrania, la crisis energética y la inflación que afecta a la mayoría de las economías occidentales.
La comparación de las cifras de 2022 con las de 2021 reconoce claramente la creciente importancia de la inversión extranjera en la construcción de viviendas, destaca la inmobiliaria Sonneil. En el tercer trimestre de 2022 se vendieron en Alicante un 74% más de viviendas a compradores extranjeros que en el mismo periodo de 2021. Valencia experimentó un aumento del 60% y también destacó Málaga con un 51% más de ventas a extranjeros.
“Durante 2023, los precios de las propiedades caerán en la mayoría de los países de la región y seguirán cayendo en 2024. Además, vemos pocas perspectivas de una fuerte recuperación hasta 2025”, dice Sylvain Breuer, economista jefe para EMEA de S&P Global Ratings, en el informe Precios de la vivienda en Europa: un descenso gradual. La agencia de calificación espera que los precios de la vivienda en España caigan este año. en un promedio de 2,5% y 1% el próximo año y aumentando nuevamente en 1,5% en 2025.