El área inmobiliario, en sus diversas caras -promoción, comercialización o construcción- parece haber recuperado el optimismo tras pasar años en mínimos, como reflejaron las estadísticas. La subida de los alquileres, paradójicamente ha empujado hacia la compra en propiedad, mayormente en el piso de segunda mano frente a la escasez de primera.
De esta forma lo estiman los empresarios de la promoción. El mandatario de Aproin, la sociedad del sector, Javier Garrido, reconoce que a día presente no hay inconvenientes de venta salvo las dudas por los costos, “porque los costes de creación varían y no se conoce en qué momento se van a estabilizar". Incorpora que paralelamente que la demanda además los costos siguen subiendo, lo cual implica incertidumbre. “Esperamos que se estabilicen”, muestra. En su crítica, el mercado inmobiliario va bien, como era previsible. "La demanda en Vigo es bastante mayor a la oferta y entre aquello y que no había compraventas en los últimos años, y el aumento del ahorro en el coronavirus ha hecho que la capacidad media económica sea más grande y entonces las modalidades de compra son mejores", apunta Garrido. Quien pone el acento en el costo de los alquileres, que además subió mucho. “Ahora poseemos que se convierte en parecido el costo del arrendamiento con una viable hipoteca y aquello anima a conseguir un piso en propiedad”, sugiere el mandatario de Aproin.
Por su lado, a partir de las organizaciones inmobiliarias ratifican esa tendencia, y aunque a partir de su criterio no permanecen en mejor instante que el año pasado, resaltan que hay diversos operaciones en marcha. Un caso muestra, Canido, donde uno de los inmuebles se finaliza en septiembre y va a buen ritmo las ventas, a medida que empieza la venta del inmueble que está al lado. “Se está moviendo mucho el mercado, tanto de lujo como el usual, somos optimistas”, señalan. En medio de las firmas inmobiliarias resaltan que hay muchas ventas pese a que se mantienen las limitaciones de crédito. “El mercado se está moviendo, con mucha inversión, con gente que accede a la primera casa y mucho interés por el sector de playas, lógico pues es verano. Todo bien, la sensación podría ser de optimismo”.
Benito Iglesias, que preside la patronal gallega Fegein y la viguesa Asemi, además coincide en que el mercado inmobiliario avanza, empero incide en que hay escasa casa nueva, “que es la más grande demanda, y cada vez está más cara”. “Cada vez puede llegar menos gente a una casa nueva, el poder adquisitivo es el que es", muestra, para adicionar que la casa nueva resulta bastante cara y por esa razón la que se mueve en el mercado es la utilizada. Muestra que lo cual era “vendible” ya se ha vendido en planos, y, por consiguiente, queda lo más caro, como en Barrio do Cura, de 600.000 euros o más, “y hay escasa gente que logre meterse”, explica. Sin embargo, el piso de segunda mano funciona realmente bien, y aunque la más grande demanda es por una casa nueva, su costo termina siendo una barrera. Como Javier Garrido apunta como nubarrones inmediatos la subida de los costes de los materiales, y coincide en que perjudica el crecimiento del inquilinato. ”La casa de promoción oficial no despega, está en el papel", destaca. Más datos: las ganancias medios por unidad familiar son de 2.000 euros y la mayor parte de las operaciones de compra de casa utilizada son para arrendamiento. Incorpora que la casa vacacional ha entrado con mucha fuerza y a día presente en Vigo hay más pisos vacacionales que en venta: 750 de implementación turística y 660 en el circuito de arrendamiento, y aquello encarece el costo final. “El próximo año será complicado”, confirma Iglesias.