La inversión inmobiliaria en España hasta septiembre de este año excedió los 8.000 millones de euros, un 22% más que en el mismo lapso del año anterior, aun cuando la cifra todavía es un 7% inferior a la de 2019, según datos de la consultora CBRE.
El segmento residencial, con 1.979 millones de euros, es la zona que más inversión atrajo entre enero y septiembre. Le sigue la zona hotelero, con 1.871 millones, y en tercer sitio permanecen: la logística, con 1.676 millones, y las oficinas, con 1.622 millones.
Sin embargo, si nos fijamos en la dinámica, la zona con mejor comportamiento es el hotelero con un crecimiento del 268% en relación a 2020 y del 47% en relación a 2019, seguido del logístico con un aumento del 160% respecto al mismo lapso del año anterior y del 29% respecto al año anterior. El incremento de la inversión en este sector este año se vio impulsado por el aumento de las compras online y la consiguiente necesidad de edificar instalaciones de almacenamiento.
El área alternativo además tuvo un comportamiento bastante positivo, incrementando la inversión en un 109% en relación a 2020.
El negocio minorista todavía es el que peor se comporta, con un bajón del 71% en relación a las cifras del año pasado y del 49% en relación a las de 2019.
La zona de las oficinas experimentó un aumento más suave, con un incremento del 7% en relación a 2020, que todavía es un 41% inferior a los resultados del año anterior. En el último trimestre se produjo un crecimiento de las terminaciones de oficinas (un 0,5% más) y se espera que acabe el año con una optimización significativa.
La zona residencial además está en positivo, sin embargo pese a ser el que más aporta al capital, muestra un incremento más modesto, con únicamente un 8% de optimización respecto al año pasado y un 6% en relación a 2019.