Desde que Elsa vino a Canarias de vacaciones, supo que quería vivir aquí. Elsa es de Alemania y quiere cambiar el frío por el buen tiempo, así que busca una casa en Tenerife. Le gusta la zona norte de la isla, Puerto de la Cruz.
Busca una casa con terraza, a ser posible con jardín y piscina. Oliver Schmitz, dueño de una agencia de bienes raíces, dice que este es el tipo de propiedad que buscan los extranjeros. Le mostró a Elise algo de estas características, y ella se emocionó mucho. El precio de 800.000 euros es asequible solo para extranjeros.
Según él, el perfil ha cambiado: antes eran turistas mayores de 60 años, pero ahora las familias jóvenes también se plantean invertir en lugar de alquilar.
El año pasado, más de la mitad de las viviendas compradas en Canarias fueron a extranjeros. Más de 13.000 contratos firmados. Alemania, Lituania, Polonia e incluso Croacia con dinero.
El agente inmobiliario confirmó que la casa buena “nos la arrebataron de las manos, había cola”. Hay mucha demanda, la vivienda cada vez escasea. Y el mercado necesita nueva construcción.
El sector inmobiliario se centra en personas mayores de 65 años. En España hay más de 8 millones de personas con vivienda en propiedad. Con una inflación alta y una pensión media de menos de 1.300 euros, muchos necesitan complementos para llegar a fin de mes.
Por ejemplo, la adicción Jaime, de 89 años, y su mujer Margarita se han comido todos sus ahorros. “El dinero se acabó en julio pasado”, dijo, “necesitaban a alguien en casa que los cuidara todos los días. Ante la falta de liquidez, encontraron una solución en una hipoteca inversa. Así convirtieron el valor de su casa en ingresos mensuales”. Eso es lo que obtuvieron al usar este tipo de productos financieros.