La caída del euro abarata la casa al comprador americano y presiona al enorme inversor

La caída del euro abarata la casa al comprador americano y presiona al enorme inversor

El mercado monetario ha entrado de lleno en la extensa lista de inconvenientes económicos para España. En lo cual llevamos de año, el euro ha perdido alrededor de un 8% de costo frente al dólar como resultado de componentes como las subidas de tipos de la Reserva Federal en EEUU.

En la actualidad, el tipo de cambio se localiza en 1,07 unidades del billete verde por cada euro, en mínimos a partir de 2017. Y ciertos bancos de inversión como JP Morgan y firmas de estudio como CMC Markets o Capital Economics estiman que este verano ambas monedas alcanzarán la paridad, lo cual supondría un hito en las últimas 2 décadas.

Los profesionales consultados por idealista/news además ven viable este escenario, que va a tener secuelas económicas y que además podría tener un impacto en el mercado inmobiliario.

La paridad, negativa para la economía de España

Daniel Lacalle, economista líder de la firma de inversión Tressis, confirma que “la postración del euro es efecto directa de la inactividad del BCE en materia monetaria”, debido a que pertenece a los pocos bancos centrales de todo el mundo que aún no subió los tipos de interés para frenar la escalada de la inflación. Y incorpora que “la eurozona ha pasado de tener superávit comercial (entrada de euros y comercialización de dólares) a tener déficit comercial (venta de euros y compra de dólares). Por consiguiente, es factible la paridad”.

Este escenario, según Lacalle, provoca que “los costes de los productos importados suban más, que la inflación se aumente y que el status del euro como moneda solvente y de reserva mundial se erosione”.

Un argumento que además defiende Miguel Córdoba, instructor de Economía Financiera de la Universidad CEU-San Pablo, quien destaca que “la depreciación del euro respecto del dólar es una mala noticia para España a grado universal, debido a que carecemos de recursos energéticos y dichos recursos se pagan en dólares en el mercado”.

“Aunque la depreciación de la moneda implica que se logren aumentar las exportaciones, debido a que otros territorios que no sean del área euro y que nos compren nuestros propios productos, estarán pagando menos por ellos y, por consiguiente, van a poder mercar más, un dólar caro encarecerá de forma notable nuestras propias importaciones, en especial las de gas, petróleo, semiconductores, materias primas, etcétera., de todo lo que carecemos en España. Y aquello generará todavía más inflación de la que poseemos, más que nada una vez que las organizaciones trasladen aquel aumento de costes a su producto final”, recalca Córdoba.

Compartir
Suscribirse al boletín de noticias
Suscríbase a