A pesar del aumento de la inflación y una mayor inestabilidad de la economía española, el sector inmobiliario se fortalece gracias al regreso de los inversores extranjeros. Por ejemplo, según el informe Inmocoyuntura 2023 de la calificadora Euroval, la demanda internacional de vivienda en España aumentó un 30 por ciento en 2022 respecto al año anterior, mientras que la demanda interna creció un magro 2,2 por ciento, es decir, 14 veces menos.
“Estas cifras confirman el gran atractivo del mercado inmobiliario español en el entorno europeo. En un contexto de ralentización de las ventas por parte de los compradores nacionales, el inversor extranjero se erige ahora como el gran motor del mercado inmobiliario, representando dos de cada diez transacciones”, confirma Ferran Font, líder del estudio y portavoz de pisos.com.
“Aunque los porcentajes de demanda extranjera todavía están ligeramente por debajo del pico de 2015, este informe muestra que en términos absolutos Sopraso ha logrado: 133.211 viviendas fueron compradas por extranjeros el año pasado, frente a las 77.530 de hace siete años”.
“Los motivos de esta tendencia son muy diversos”, explica el experto. “A la superioridad de nuestro parque de viviendas y la favorable climatología de la costa española, hay que añadir el nivel de precios, que, aunque muestra una ligera tendencia alcista, sigue siendo significativamente inferior al de otros países de la Unión Europea, lo que hace que la mercado nacional para inversionistas extranjeros muy atractivo”.
En cuanto a las zonas donde más ha crecido la demanda exterior, cabe señalar que todas las Comunidades Autónomas han mejorado respecto al año pasado. A la Comunidad Valenciana, con un crecimiento del 7,4 por ciento, le siguen Canarias (6,2 por ciento), Andalucía (3,2 por ciento), Madrid (2,7 por ciento), Región de Murcia (2,7 por ciento) y Cataluña (2,5 por ciento). mientras que el promedio nacional es de 3.4 por ciento.
“Pese a este crecimiento constante en todo el territorio, el grado de concentración en la costa sigue siendo muy alto, ya que solo tres comunidades autónomas concentran el 65% de todas las explotaciones: Valencia con el 30%, Andalucía con el 21% y Cataluña con el 14%”, concluye Font.