Comprar habitaciones: el negocio más novedoso en el salvaje mercado inmobiliario

Comprar habitaciones: el negocio más novedoso en el salvaje mercado inmobiliario

“El piso de soltero que muchos compraban cuando eran jóvenes ya no existe. Su contraparte es ahora el dormitorio. Oriol Waltz lo dejó claro hace tiempo. Alquilar a los precios actuales "supone tirar una enorme cantidad de dinero" y comprar es "muy difícil, casi imposible" para muchos jóvenes, para los que "el elevado coste del alquiler hace imposible ahorrar para la entrada de un piso ”, explica a Público.

Por ello, este licenciado en electrónica industrial y automatización convertido en experimentado inversor inmobiliario fundó Habitación.com, una startup ganadora del XXIX SeedRocket Campus Entrepreneur Award, con varios socios. Ofrecen una "solución" a uno de los problemas más apremiantes del país: el acceso de los jóvenes a la vivienda.

“No gastes dinero en alquilar una habitación, cómprala. Esta es su propiedad, viva en ella o alquílela si se muda. Te devolverán el dinero cuando quieras venderlo", dice el sitio web que ofrece las habitaciones. con una renta mensual desde 390 euros.

Los cálculos de Habitación.com indican una rentabilidad del 6% al 8% anual si eliges alquilar tu habitación. Ellos se encargarán de todo: encontrar inquilinos, asegurar, negociar contratos e incluso poner la propiedad en venta si quieres que tu inversión sea rentable. La empresa ofrece comprar el local si no encuentra comprador.

Detrás de la idea está Room Platform, una sociedad de responsabilidad limitada constituida hace poco más de dos meses con sede en Madrid y un capital social de 27.800 euros. Sus representantes son el propio Waltz, Anna Bedmar y Jose Emilio Fernandez, que participan en el proyecto a través de varias empresas propias: Vyce Ventures Holding SL, Red Kite Ventures SL y Ple Education SL.

La idea es simple y atractiva sobre el papel. También es nuevo, aunque algunos expertos consultados por Público se muestran escépticos sobre su desarrollo legal, su seguridad ante las fluctuaciones del mercado, o la propia empresa. Pero, sobre todo, hablan de la "preocupación" por la deriva del mercado inmobiliario español, en el que hasta una simple habitación se utiliza como activo de inversión.

En resumen, si no puede comprar una casa y gastar mucho dinero alquilando una habitación en un apartamento compartido, puede o no tener más sentido comprar su propia habitación, pagar el mismo dinero por ella y ser propietario. Además de tener un techo bajo el cual esconderse, obtienes un activo negociable que “solo aumentará de valor”, dice el empresario de 30 años. Aunque su visión optimista no es compartida por otros expertos a los que consultó.

Parece la última versión de esas nuevas tendencias que banalizan la inquietud juvenil, cubriéndola con neologismos chulos: nesting, minijob, trabacation, coliving, freeganism. “Pero esto no es un capricho, es una solución a una necesidad económica”, insiste Waltz, asegurando que este modelo ya se está practicando con éxito en EE.UU., Canadá y Australia.

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