“Invierta en inmuebles con aportaciones desde 100 euros”. “Liquidez rápida, con un solo click”. Con mensajes como dichos, y la oferta de gigantes rentabilidades, en Varias ocasiones aseguradas, los tokens se han convertido en la inversión inmobiliaria de moda. Eric Sánchez, director general y cofundador de Reental, la más grande compañía del sector en España, describió esta semana en Sima, el salón inmobiliario de Madrid, que “en 5 años todo va a estar tokenizado”. La firma, implantada el año pasado, ha captado ya 5 millones de euros de 5.500 inversores, en 25 operaciones –en una de las cuales vendió un piso en Sevilla por 69.000 euros en 4 minutos- y prevé llegar a las 1.000 en 2025.
Tokenizar un inmueble implica fragmentar su costo en porciones pequeñas y registrar los contactos con tecnología Blockchain, lo cual, según sus promotores da más grande trazabilidad, permite la transmisión y descarta intermediarios. varias solo permiten hacer aportaciones en criptomonedas, como bitcoin, ethereum o USDT, que usan además para retribuir a los inversores.
Con todo, la legislación –en España y en la mayor parte de países- ordena a ir al notario e inscribir en el Registro de la Propiedad cada una de las transacciones, por lo cual los tokens no se vinculan al inmueble, sino que son un contrato de préstamo, que el inversor hace a la plataforma, para mercar el inmueble. Sánchez muestra que los tokens de Reental son contratos de créditos participativos dados a la sociedad Reental Token, SL, “y ahora estamos introduciendo cuentas de participación”. Los primeros poseen fecha de vencimiento, mientas en las cuentas participativas la sociedad que obtiene los fondos, no posee obligación de devolverlos. “Los token se vinculados a cada inmueble, que se compra con aquel préstamo. Dicha es su garantía y el dinero se regresa al vender el inmueble”, muestra Sánchez.
Otra de las plataformas dirigentes del sector, HauxT, tiene algunas emisiones de tokens en los cuales el inversor suscribe un préstamo a tipo fijo con la sociedad HC Proptech Spain, SL que asegura un interés, explica su director general y cofundador, Raul Alarcón. La firma, además, estudia producir tokens que sean participaciones en una sociedad: producir una firma para cada operación y que sea ésta quien compre el inmueble. “De esta forma el inversor podría ser el dueño indirecto del inmueble y la recuperación de su inversión, sin fecha, se vincularía al destino del inmueble”.