Inmobiliario o criptomoneda: ¿dónde invertir en 2023?

Inmobiliario o criptomoneda: ¿dónde invertir en 2023?

Los últimos 12 meses fueron turbulentos para el planeta de las criptomonedas. La incertidumbre provocada por la alta inflación y el caso en Ucrania ha desempeñado su papel. En definitiva, ningún activo es inmune al 100% a las perturbaciones económicas. No obstante, la intenso caída del costo de los tokens más frecuentes -y del bitcoin en particular- ha propuesto dudas sobre la viabilidad de los criptoactivos como inversión.

El primer golpe arribó en mayo, con el colapso de terraUSD, una de las denominadas stablecoin o criptodivisas estables (llamadas de esta forma pues permanecen ligadas a otro activo, en esta situación el dólar). La caída ha causado la caída de organizaciones como Three Arrows, un fondo de criptomonedas, y las bolsas Voyager Digital y Celsius Network.

En tan solo meses, los primordiales tokens perdieron casi 2.000 millones de dólares de su costo.

Ahora, FTX, aquel trueque -una compañía que posibilita modificar monedas digitales entre sí, por dinero o viceversa- además ha resultado ser más fiable que otros. Por cierto, FTX se ha ofrecido a salvar a varias de las organizaciones que se hundieron en la crisis de mayo. En esta situación, los inconvenientes se derivaron de una pérdida de credibilidad debida a un viable problema de intereses entre FTX y el fondo de cobertura dirigido por el CEO Sam Bankman-Fried. Además de algunas irregularidades que parecen estar aflorando.

El futuro del sector inmobiliario

Esto contrasta con la igualdad del sector inmobiliario, otro sector considerado seguro en tiempos de incertidumbre. La revalorización a extenso plazo de los activos inmobiliarios y la función de suavizar el efecto de los costos por medio de el incremento de los alquileres argumentan su potencial como escudo contra la inflación. La subida de los tipos de interés y el consiguiente crecimiento de los tipos hipotecarios no tuvieron un efecto importante en el mercado, por lo menos en España.

En las últimas semanas se ha reportado de un colapso inminente del mercado inmobiliario mundial. Es innegable la fuerte corrección que ya ha comenzado en territorios como Canadá, Australia y Nueva Zelanda, donde los costos han caído casi un 10%. Empero la evolución de dichos mercados poco trata sobre el punto de inicio española, que parece haber aprendido las lecciones de la crisis de 2008.

Por cierto, España parece lejos de estrellarse y burbujear. En los 9 primeros meses de este año, la inversión inmobiliaria alcanzó los 13.100 millones de euros, según BNP Paribas Real Estate. Esto implica un crecimiento del 57% comparativamente con el mismo lapso de 2021. Las previsiones de la consultora indican que esta cifra superará los 15.000 millones de euros a fines de año, batiendo el récord de 2019.

Lo mismo se puede decir de los costos de arrendamiento. En varias capitales, es complicado entrar a una casa de esta clase. Simultáneamente, el rendimiento bruto de la casa ronda el 7%. Al invertir en promoción inmobiliaria, Urbanitae suele buscar rendimientos mejores a ambos dígitos. La productividad de los proyectos hechos hasta la fecha -14 en total- ronda el 17%.

La promesa de todo el mundo de las criptomonedas todavía no está enterrada: por cierto, hablamos de una tecnología descentralizada y transparente cuyas aplicaciones van muchísimo más ahí del entorno financiero. Sin embargo es justamente este planteamiento de realizarse al margen de las normas y reglas existentes lo cual ha realizado la incredulidad de que casos como FTX dificulten la recuperación. A medida que tanto, sectores algunas veces denostados, como el inmobiliario, sin embargo con una trayectoria muchísimo más extensa, poseen ahora una base muchísimo más firme.

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