El costo de la tierra, la mano de obra y la construcción encarece la vivienda nueva y aumenta la demanda de la misma

El costo de la tierra, la mano de obra y la construcción encarece la vivienda nueva y aumenta la demanda de la misma

El sector de la construcción se ha recuperado de un estancamiento de la actividad durante la peor fase de la pandemia y ha construido más viviendas en estos dos años y medio que antes de que comenzara la pandemia. Sin embargo, el sector aún no ha alcanzado la velocidad de crucero estimada por muchos expertos. Juan Antonio Gómez-Pintado, presidente de la Asociación de Promotores y Constructores de España (APCEspaña), dijo que la producción ideal de viviendas debería estar entre 125.000 y 150.000 permisos anuales hasta 2020.

El año pasado se emitieron más de 108.000 nuevos permisos de construcción, dice Mitma, apenas 500 más que en 2021, pero aún más que el período previo a la pandemia (2018-2019), cuando se superaron los más de 100.000 permisos, y se lograron números como de los cuales no se veían desde 2009, cuando el sector estaba en crisis. Pero esto todavía está lejos de lo que se considera “saludable” para el sector.

“El número actual de licencias de obra nueva estará por debajo de las cifras estimadas para satisfacer tanto la oferta actual como la oferta de los próximos años”, afirma Consuelo Villanueva, directora de instituciones y grandes clientes de Sociedad de Tasación.

Datos adicionales. En 2022, el número de viviendas terminadas cayó un 2,8% interanual hasta las 88.846 viviendas terminadas. Esta es la segunda mejor lectura en la última década, solo superada por 2021, y lejos del auge visto durante la burbuja inmobiliaria anterior. No, el problema no parece ser volver a los excesos del pasado, sino mantener una producción de vivienda adecuada al aumento del número de viviendas ya la creciente demanda que la oferta actual no es capaz de cubrir.

Para conseguir este escenario ideal para el sector, es necesario combinar varios factores que inciden directamente en la construcción de nuevos edificios, como son la creación de suelo edificable, es decir, suelo destinado a la urbanización, y la posterior obtención de la licencia urbanística. . , las autoridades competentes para continuar el trabajo. Este proceso, que no tiene un plazo específico de 3/6 meses a 12/18 meses, se ve agravado en las condiciones macroeconómicas actuales por los altos costos de construcción y la escasez de mano de obra.

Dada la imposibilidad de determinar cuánto durará esta crisis, así como los precios altísimos y la alta inflación, genera más incertidumbre que durante la salida de la recesión anterior, o incluso más que durante la pandemia del coronavirus. El aumento de los precios de la electricidad y los combustibles, así como de los materiales de construcción como el acero, el aluminio, el cobre y la madera, ha incrementado los costes de las empresas constructoras.

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