Nassim Nicholas Taleb piensa que la incertidumbre es "inmensamente bienvenida". El matemático y financiero de procedencia libanés considera que "la volatilidad da información que posibilita ajustarse bastante velozmente y protegerse del "peligro de cola", o sea, de los acontecimientos extremos. No obstante, a los mercados no les fascina la volatilidad, y en tiempos como dichos anhelan algo que les proporcione estabilidad.
Desde luego, la verdad es compleja, al igual que el raciocinio de Taleb. Empero tenemos la posibilidad de estar de consenso en que la mayor parte de los ahorradores quieren la paz. En otros términos comprensible, debido a que la inflación en España es del 9% y en la eurozona del 10%, lo cual implica un grado inédito hasta la fecha. La guerra entre Ucrania y Rusia y la crisis energética se suman a los esfuerzos de una economía que ya previene de las secuelas de la subida de los tipos de interés.
Por esto, las previsiones de las primordiales empresas se ajustan una y otra vez a la baja. El Fondo Monetario Internacional prevé "el perfil de aumento más débil a partir de 2001" para lo cual queda de año y el próximo, sin disponer de la crisis financiera mundial y la "etapa aguda" de la enfermedad pandémica del co-vid-19. El pesimismo además ha calado en los primordiales mercados bursátiles, para los que 2022 se perfila como un año de manera definitiva malo.
Todo lo mencionado contrasta con la viabilidad del sector inmobiliario. El área se elabora para un año récord referente a cifras de inversión. Entre enero y septiembre se registraron en España transacciones por costo de 13.100 millones de euros, lo cual implica un crecimiento del 57% respecto al mismo lapso de 2021. El mercado de la casa podría superar las 600.000 transacciones frente a la subida de los costos y el encarecimiento de las hipotecas.
Afortunadamente, la entrada al mercado no se limita a los gigantes capitales. El crowdfunding inmobiliario ha abierto la puerta a la inversión a millones de pequeños ahorradores que buscan seguridad sin abandonar las ventajas. Desde 500 euros, plataformas como Urbanitae permiten a cualquier persona transformarse en inversor inmobiliario y asociarse con los primordiales promotores de la nación.
Obviamente, la zona inmobiliario no es del todo inmune a las turbulencias. Sin embargo, separado de los mercados financieros, es un refugio seguro comparativamente con otros sectores. Aunque el escenario a corto plazo es moderado, la casa da un rendimiento típico cercano al 7%. Una vez que hablamos de la promoción inmobiliaria, la productividad alcanza ambos dígitos. En Urbanitae, los rendimientos de los proyectos han alcanzado una media del 17% anual.