Cómo los rusos permanecen comprando características en Barcelona tras la imposición de sanciones

Cómo los rusos permanecen comprando características en Barcelona tras la imposición de sanciones

Compran menos, sin embargo siguen allí. A partir del principio de la guerra, la clase alta rusa se ha mantenido activa en el mercado inmobiliario de Barcelona, llevando a cabo operaciones encubiertas para mercar viviendas de lujo y otras características, pese a las crecientes problemas creadas por las autoridades.

"El desafío para los rusos es lograr fondos en España", dice un gestor especializado en el segmento de la casa de lujo. "Si ya poseen fondos aquí en una cuenta bancaria de España, en inicio no debe haber ningún problema", incorpora.

Transacciones intermitentes

El orientación jurídico obtenido por su organización sugiere que las transacciones con un cliente ruso permanecen permitidas, continuamente que se verifique los principios de los fondos. Esto permite las transacciones a los rusos que viven en España, o a los que ya poseen características y ocupaciones en el territorio, empero ha paralizado varias inversiones, pese a que Barcelona sigue interesando a varios consumidores de la nación eslavo.

"Nos agradaría que el comprador ruso volviera, es una nacionalidad que aprecia mucho la localización, le fascina Barcelona, Gava Océano... y es un óptimo comprador al que le encanta el lujo", garantiza el mismo interlocutor. Hablamos de un perfil con un presupuesto que no suele descargar del millón y medio de euros, que también suele interesarse por las torres más altas y exclusivas de Diagonal Océano, como el complejo de departamentos Illa de la Llum, localizado en la calle más cara de Barcelona.

¿Quiénes son los "emisarios"?

Otras fuentes del sector revelan que algunas agencias inmobiliarias, más que nada las enormes, acordaron no laborar con consumidores rusos inclusive previo a la guerra gracias a la desconfianza que ocasionaban los "emisarios" mundiales que negociaban para dichos consumidores con gigantes oportunidades económicas. "No es que sean emisarios, son personas de confianza, sus abogados los otorgan", discrepa Mikel Laborde, socio de Laborde Marcet.

El consultor inmobiliario critica el "bloqueo" que se ha impuesto a los bienes de los habitantes euroasiáticos, "secundes o no a Putin". "Anhelan invertir, anhelan hacer algo, poseemos consumidores de toda la vida que desean hacer transacciones sin embargo no tienen la posibilidad de pues no tienen la posibilidad de sacar dinero del banco", lamenta.

No todos son oligarcas

"No son precisamente partidarios de Putin ni oligarcas", dice Marcus Toene, socio de Sotheby's International Realty en Barcelona y Costa Brava. "Hay rusos que llevan años viviendo aquí, que son residentes y alegan que no pagan, que no tienen la posibilidad de cubrir los gastos de la vivienda. Hay verdaderos inconvenientes financieros, es un verdadero desastre para ellos", previene el empresario.

Toen afirma que los rusos "siguen viniendo" o "desean ocurrir" y que los que han comprado una vivienda en Cataluña en los últimos años "tratan de quedarse" por la deriva política de Rusia. Otros "hace tiempo que abandonaron el territorio" ya que "no desean vivir en este Estado cada vez más autoritario". Además habla del bajón de la demanda en estas latitudes en los últimos 3 años, debido a que la caída del rublo "encarece las compras en el continente Europeo", lo cual perjudica más que nada "a los que no son súper ricos".

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