José Antonio González, fundador y CEO de Arquima, ha aprovechado la feria Rebuild para exponer la vivienda más sustentable del continente Europeo debido a su doble certificación Passivhaus Premium (Passivhaus Institut) y 5 hojas VERDE (Green Building Council España), las más exigentes de todo el mundo. Esta casa industrializada ubicada en Sant Andreu de la Barca (Barcelona) presume de ahorrar un 90% de la energía. "Esta vivienda puede costar unos 400.000 euros sin disponer de el costo del suelo", explica González.
La vivienda dispone de 312 m2 distribuidos en 2 plantas. Cuenta con 4 habitaciones y 3 sanitarios y destaca por haberse construido con módulos prefabricados, madera y con el estándar passivhaus, lo cual posibilita tener un consumo energético casi nulo.
Una casa distinto ya que lleva al límite las sensaciones: en sus 4 paredes el sonido de los automóviles es imperceptible, no hay corrientes de viento y la temperatura no cambia de una habitación a otra. Una vivienda con una temperatura interior constante de entre 22 y 26 grados en la que continuamente reina el silencio y en la que ni siquiera se escucha el sonido de la lluvia o la tormenta. "Hemos monotorizado su comportamiento a lo largo de un año y hemos comprobado que la vivienda fue capaz de crear un 10% de energía de la que ha consumido", ha explicado el CEO de Arquima a lo largo de su presentación en Rebuild.
La demanda energética de esta casa en calefacción y refrigeración es de 10kWh/m2. "Esto se traduce en un ahorro energético superior al 90% en relación a casas construidas conforme el Código Técnico de Construcción (CTE) de 2006 y ámbito al 50% con la actualización del CTE que ha entrado en vigor este 1 de enero”, asegura González.
Según cuenta la compañía en sus redes sociales, debido a los paneles de madera prefabricados, pudieron montar la casa en 2 días. Además, cuenta con un sistema de domótica y un sistema de ventilación mecánica de doble flujo con recuperación de calor, típico del estándar passivhaus.
Para la construcción de la composición se ha usado abeto de clase resistente C24 con una humedad inferior al 15%, en lo que para las fachadas y exteriores la compañía ha optado por madera Douglas sin albura, que confiere una durabilidad enteramente natural y no requiere ningún tipo de mantenimiento. Además, la fachada se ha tintado en color gris con impacto de madera envejecida, característica que disimula los signos del paso del tiempo.
La etapa de montaje se gestiona para lograr ejecutarla en tan solamente 2 días. Para eso se evalúa detenidamente el transporte de los módulos y optimizado el número de caminones para consumar con el plazo previsto. Los trabajos se inician con el posicionamiento de las paredes de carga y tabiques de la planta baja. A través de una grúa móvil, se llevan los módulos prefabricados des del camión de transporte hasta dejarlos fijados encima de los durmientes que corresponden.