La subida de los tipos del Euribor y de los precios en el mercado de la vivienda está presionando a muchas familias en España, que se ven obligadas a hacer esfuerzos financieros excesivos para pagar el alquiler o la hipoteca.
Según un estudio de Eurostat, el año pasado los hogares españoles gastaron en vivienda el 18,2% de sus ingresos. Esta cifra, que no se registraba desde 2017, sitúa a España en el octavo puesto de los países de la Unión Europea con mayor gasto en esta materia. Pero aún así, el sacrificio fue aún mayor para las familias en riesgo de pobreza, que gastaron el 39,8% de sus ingresos en la vivienda en la que viven, mientras que los expertos recomiendan no superar el 30%.
Por el momento, el sector no muestra signos de debilitamiento a corto plazo. El informe de precios de noviembre del portal inmobiliario Idealista estima que en el último año los precios de la vivienda en venta subieron un 5,4%, mientras que los del alquiler lo hicieron un 7,3%. Sólo unas pocas provincias lograron evitar la subida: Huesca y Córdoba en el mercado de alquiler, y Burgos, Zamora, Huesca, Ciudad Real, Cuenca, Cáceres y Jaén en el de compraventa.
Los alquileres e hipotecas inasequibles afectan sobre todo a los habitantes de las zonas urbanas. En 2021, el 11,4% de los españoles que vivían en zonas urbanas tuvieron que destinar más del 40% de sus ingresos a gastos de vivienda. En cambio, el porcentaje de habitantes de zonas rurales obligados a cometer excesos financieros fue de sólo el 5,3%.
Barcelona y Madrid son las ciudades españolas donde el alquiler se come el mayor porcentaje de los ingresos familiares. Según un estudio de Idealista, los inquilinos de Barcelona gastan el 58% de su sueldo en el alquiler, mientras que los que viven en Madrid gastan el 42%. En otras catorce capitales de provincia -San Sebastián, Valencia, Bilbao, Vitoria y Málaga-, las familias que viven de alquiler también destinan más del 30% de sus ingresos recomendados al pago de la renta.
Al mismo tiempo, cada vez es más difícil comprar una propiedad. El aumento de los costes de financiación está obligando a las familias a incrementar la proporción de sus ingresos destinada al pago de la hipoteca: un 23,5% en el tercer trimestre de 2022, frente al 20,1% del año anterior.
El aumento de los precios de mercado, superior al crecimiento de los salarios, también significa que cada vez más personas tienen que ahorrar durante más tiempo para comprar su propia vivienda. Una familia necesita ahora 11,1 años de salario bruto íntegro para comprar una casa de 100 metros cuadrados en España, frente a los 8,2 años de principios de siglo.