La compañía belga Gold Estates, especializada en la obra de alojamientos costeros para inversores extranjeros, se han unidco con la consultora inmobiliaria alicantina M&D Management, al mando de Héctor Domenech, para construir hogares turísticos en la Costa Blanca. M&D Management sera ahora el representante local del promotor belga con un pacto de desarrollo delegado, y además será responsable de la gestión de los activos después de la obra para obtener beneficios.
Gold Estates, Sun Investments Spain está presente en el mercado inmobiliario español desde 2016. La compañía está dirigida por Bruno Van Den Driessche y Bruno De Troche, los dos cuentan con amplia experiencia en la zona. Bruno De Troche es contratista ya hace 25 años y tiene más de 30 años de experiencia en el sector de la obra. Bruno Van Den Driessche es promotor de proyectos y experto inmobiliario en Bélgica desde el año 2000, y desde 2016 además en España.
En conjunto, Bruno ya ha hecho más de 450 operaciones entre España y Bélgica. El dúo se concentra ahora en el mercado inmobiliario español y, en particular, en el desarrollo de proyectos de primera clase. Su más enorme hito en España es el proyecto Blue Line Residence, terminado en 2018 en La Vila, que fue el primer inmueble de apartamentos con servicio de hotel en la península.
La ubicación de este proyecto hizo que la propiedad se vendiera velozmente y ahora lleva más de un año en funcionamiento con servicios completos de alquiler, servicios hoteleros e instalaciones para eventos y seminarios.
Gold Estates está promoviendo ahora su segundo proyecto en Gran Mirador en Mutxamela, y se ha asociado con Héctor Domenech, de la organización alicantina M&D Management y Mediterranean Lettings. El grupo, basado en Alicante, brinda al promotor belga servicios de promoción delegada, tanto a nivel administrativo como jurídico, así como la culminacion de la obra con otra compañía del grupo. Además, Mediterranean Lettings, especializada en alquileres turísticos, se encargará de la gestión del inmueble vendido.
Gold Estates vende la mayoria de sus propiedades en el territorio de origen, tanto a clientes que buscan una segunda vivienda para pasar las vacaciones en la Costa Blanca como a inversores que buscan productividad. En ambos casos, las viviendas se gestionarán como viviendas turísticas para destinar una productividad a los clientes.
"Este acuerdo está elaborado para favorecer el crecimiento constante de Gold Estates y los proyectos de alquiler y servicio al cliente de nuestra compañía. El punto de vista de los dos Bruno es clara: servicio completo al cliente para alquileres, vacaciones, así como para la emigración y la obra de empresas", explicó el promotor.