La ciudad de Valencia se está preparando para adoptar un nuevo plan masivo de convivencia. Un nuevo producto residencial que está llamando la atención de los inversores del mercado inmobiliario debido a los nuevos hábitos de la sociedad. Se trata de elegir vivir en una "comunidad" donde el cliente tiene su propio espacio privado, pero comparte áreas comunes con otros inquilinos, lo que beneficia la creación de redes.
En esta situación, la constructora residencial vasca Kategora entra en el mercado de “cap i casal” con su primer plan. Se implementará en una de las regiones de mayor crecimiento, en la región del Cabañal. Será un complejo de 316 habitaciones, promovido por Ura Valencia SL, así como una inversión de 36 millones de euros.
El Departamento de Actividades, encabezado por Lucía Bimud, dio luz verde al funcionamiento de este centro, ubicado en plena calle Arquitecto Alfaro y Ernesta Anastasio, que fue puesto en exhibición pública el pasado verano. Ahora la alcaldía ha dado permiso para su creación, habiendo comprobado que cumple con todas las normas urbanísticas.
Según el plan, el complejo tendrá una superficie total de 4800 m2, con piscina, cafetería-restaurante, gimnasio, coworking, 163 plazas de aparcamiento, que se distribuirán en 2 plantas sótano y parking de bicicletas. en la planta baja. El edificio también contará con lavandería, sala de juegos y área de audiovisuales para los residentes.
El edificio se dividirá en 2 bloques, uno de los cuales será de cinco plantas y el otro de tres plantas. Al primero se accederá desde la calle Arquitecto Alfaro y al segundo desde la calle Ernesta Anastasio y ambos tendrán acceso a un jardín central diseñado por la promotora Vizcaya. . Según los planes de la organización, la apertura está prevista para 2025.
El plan, aunque aprobado por el Ayuntamiento de Valencia como un hotel de apartamentos, es en realidad un co-living que aún no ha sido regulado en el Proyecto General de Ordenación Urbana (PGOU) de la ciudad, dado su desarrollo actual en España y en la mayoría de los países. lugares. Por cierto, los promotores ya demandan una tasación de los planes urbanísticos para adaptarlos a las nuevas fórmulas que siguen apareciendo en el mercado y cuyo vacío legislativo en ocasiones ralentiza su desarrollo.