En la estanflación de 2023, la inversión en alquiler turístico seguirá siendo fuerte

En la estanflación de 2023, la inversión en alquiler turístico seguirá siendo fuerte

2023 traerá cierta certeza y mucha incertidumbre. En 2020, la palabra se ha reinventado en múltiples idiomas y está en boca de todos: ERTE en España, Furloughs en Gran Bretaña y Kurzarbeit en Alemania. En 2023, la palabra se convertirá en estanflación. ¿Cuáles son las implicaciones para los inversores inmobiliarios, especialmente en alquileres de viajes?

La estanflación es un fenómeno simultáneo indeseable de la dinámica de la inflación y la supresión del crecimiento económico. La historia moderna tiene pocos precedentes. La inflación tiende a respaldar los activos inmobiliarios, pero el estancamiento económico juega en su contra: ¿cómo se puede invertir en bienes raíces cuando ambas cosas suceden al mismo tiempo? No hay suficientes datos para juzgar con certeza.

El análisis de Suomma sugiere que los efectos compensatorios de la inflación y la desaceleración tenderán a desaparecer, y el impacto final sobre los alquileres turísticos y el valor de las propiedades será moderado. Tanto los ingresos como el valor seguirán una trayectoria horizontal, no una trayectoria vertical. Los inversores que se sientan al margen esperando un "buen trato" corren el riesgo de perder por completo su oportunidad, porque aparecerá mientras usted está en el mercado y operando con las condiciones.

Suomma cree que para 2023 los compradores recuperarán parte del poder de negociación perdido en los últimos años. “Creemos que tiene sentido una ligera corrección euro/m2, especialmente dada la falta de liquidez. Las penalizaciones serán mayores para activos sobrevalorados y menores para aquellos que demuestren capacidad de generar caja. Por otro lado, vemos estabilidad en los resultados de los alquileres turísticos, que aumentarían con la inflación, dejando el balance sin cambios”.

La falta de liquidez beneficiará a los compradores, aunque no perjudicará a todos los vendedores por igual. Sin embargo, el mercado recuperará cierta disciplina financiera: las características económicas de los activos cobrarán mayor importancia y las cualidades individuales prevalecerán tanto en la elección como en la negociación y gestión de los activos.

Estanflación

En términos generales, y debido a los paralelismos obvios, a menudo se recuerda la década de 1970, cuando la estanflación afectó a varias economías avanzadas a la vez. En ese momento, el jefe de la Reserva Federal, Paul Volcker, elevó las tasas de interés para frenar la inflación. Enfureció a los políticos, pero logró sus objetivos a expensas del crecimiento económico, que disminuyó hasta 1983.

Recientemente, tuvimos la experiencia de Brasil, que experimentó una estanflación en la década anterior. Allí la estanflación coincidió con el auge de la construcción de nuevos hoteles, lo que agudizó la situación del sector: la sobreoferta no se ha repetido en España (BBVA muestra una desaceleración en los permisos de nueva construcción en los últimos 14 meses).

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