Los españoles derrochan 32.000 millones de euros al año en energía por vivir en viviendas mal acondicionadas

Los españoles derrochan 32.000 millones de euros al año en energía por vivir en viviendas mal acondicionadas

El dato es relevador: en España, el 81% del parque de casas muestra una etiqueta E, F o Gramo. O sea, 4 de cada 5 inmuebles poseen un grado malo, o bastante malo, en términos de emisiones. Dicho porcentaje se eleva hasta el 84,5% si se trata del gasto energético. Y aquello tiene una efecto económica grave.

“No invertir en la optimización de la eficiencia energética de estas casas implica un derroche de 32.000 millones de euros al año. Una inversión que, de desarrollarse, se amortizaría en menos de 5 años”. Esta es una de las primordiales conclusiones del informe ‘Eficiencia energética y su efecto económico en la vivienda’ llevado a cabo por Colliers y Balantia.

Conviene rememorar que, dentro del Proyecto de Recuperación, Transformación y Resiliencia, hay una partida de 6.820 millones de euros para fomentar la rehabilitación del parque de casas. Un paquete de ayudas e incentivos fiscales que tiene como finalidad mejorar la calidad de los inmuebles. Y, por ende, bajar dicha tremenda factura.

El certificado energético (CEE) es un sello que establece el nivel de eficiencia de una casa o inmueble en el momento de consumir energía y producir CO2. Una optimización de 2 niveles en el CEE, o sea, pasar de la letra D a B (por ejemplo), supondría un crecimiento medio del 10% en el costo de comercialización de la casa. De esta forma, y poniendo como ejemplo a Madrid y Barcelona, se traduciría en un aumento medio del metro cuadrado de 450 y 425 euros, respectivamente.

Si hablamos de Madrid Sur y Este, y Barcelona periferia, el crecimiento mínimo oscilaría entre 100 y 300 euros el metro cuadrado. De esta forma queda reflejado en el informe de Colliers y Balantia.

¿Y sobre el alquiler? ¿Qué incidencia tendría? Puesto que dicha misma optimización de 2 niveles en el CEE se traduciría en un incremento medio del costo del inquilinato entre un 9,5% y un 11%. Volviendo a los casos de Madrid y Barcelona, podrían ser entre 1,3 y 1,6 euros más el metro cuadrado al mes. En Madrid Sur y Este, y Barcelona periferia, el aumento mínimo alcanzado oscila entre 0,5 y 1,3 euros el metro cuadrado al mes.

Si ponemos el foco en la productividad de la inversión conseguida exclusivamente por el aumento del grado de alquilas, con carácter general, las mejoras lograrían rentabilidades mejores al 5,5%. Los superiores ratios se obtendrían al pasar de la etiqueta E a la D y C, y de la D a la C, con rentabilidades entre el 15% y el 35%.

“Las inversiones en eficiencia energética constantemente se han postulado como una medida llamativa en el momento de minimizar los costes frecuentes de los inquilinos de una casa. Sin embargo, hasta ahora, era difícil cuantificar cómo el mercado valoraba estas inversiones en el momento de vender o rentar los inmuebles”, confirma Fernando Corvo, director Comercial de Balantia.

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