Kategora nació en Bilbao en 2006 pero experimentó su crecimiento inicial en Hungría y Polonia. Mientras buscábamos invertir en mercados emergentes, notamos que estos maravillosos países tenían bajos precios inmobiliarios, bajas tasas de desempleo, una población joven y bajas tasas de apalancamiento en comparación con España.
Un escenario ideal para desarrollar proyectos inmobiliarios y un excelente campo de pruebas para el tipo de conceptos innovadores que teníamos en mente.
En este punto, no era habitual que se hicieran inversiones en apartamentos turísticos y residencias de estudiantes. Sin embargo, Kategora se anticipó a las turbulencias que todos enfrentarían pronto y aprovechó la adaptabilidad a los ciclos económicos que ofrece este tipo de bienes raíces. Y con gran efecto.